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Read MoreThis term, Spanish teacher Sam Nelson has been encouraging his students to document their time in Bosnia and Herzegovina by writing reflections en Español. Two of his students, Pablo H. and Andrew D., were particularly enthusiastic about the exercise, and they’re pleased to share their finished products with you. Andrew’s reflexión can be found below and Pablo’s reflexión can be found at the following link.
Por favor disfruta!
Desde mi llegada a Bosnia, lo más tiempo que he pasado aquí, lo más he aprendido no sólo sobre el país, sino también sobre mí mismo. Sea a través de la historia de este país o por medio de la hospitalidad de su gente, Bosnia me ha sorprendido en muchas maneras que nunca habría asumido.
Fui recibido a las puertas de un aeropuerto que parecía como si no hubiera cambiado desde el año 1980. Caminando por los pasillos nebulosos con poca luz, el olor de cigarros estaba impregnado en las paredes; Sabía que esto sería una experiencia increíble. Primero sintiendo aprensión hacia el entorno de cosas extranjeras, mi respeto por estas peculiaridades pronto empezó a crecer con la experiencia de más y más de este país balcánico.
University of Sarajevo. Photo by Andrew D.
Siendo una de las primeras personas de la escuela llegando a la residencia, tuve el lujo de descomprimir antes que el caos empezó. A medida que más y más personas aparecieran, uno podía sentir la atmósfera cada vez más agitado. Nos saludamos unos a otros como si no nos hubiéramos visto durante años, y se podía sentir la emoción vertiginosa en el aire. Con los próximos dos días incluyendo orientación solamente, llenamos el tiempo contando lo que habíamos hecho durante nuestras vacaciones.
Volviendo a la escuela, nos tomó aproximadamente una semana para regresar al ritmo de las cosas. Aunque fue difícil al principio, nos acostumbramos a la forma de vida aquí en nuestra nueva casa. No poco después de nuestra llegada, los días empezaron a desdibujarse ellos mismos. Nos levantábamos en la mañana antes de lo que estábamos acostumbrados, tomábamos el desayuno, y rápidamente nos subíamos sobre tranvía al colegio. Debido a que este era el trimestre más corto del año escolar, nuestros días estaban llenos de clases, y parecían que se extendieron más tarde en el día. Regresando a la residencia al final del día, todavía tuvimos que afrontar deberes y actividades extracurriculares; mientras que estas cosas nos dejaron sin dormir, puedo honestamente decir que he disfrutado la mayoridad de mis días aquí. Dejando el tema de cosas académicas, la diversión empezó durante los fines de semana.
Mostar. Photo by Andrew D.
El fin de semana marcó una época en la que estábamos libres para explorar Sarajevo sin tareas pesando sobre nuestros hombros. Durante este tiempo, caminamos, hablamos, y tomamos todo lo que esta ciudad tenía que ofrecer, en estos días marcados con madrugadas en las tiendas de café esparcidas alrededor de la ciudad, seguido por paseos largos en el casco antiguo de la ciudad. Para concluir un día glorioso como tal, pasábamos horas de la noche en las habitaciones de mis amigos jugando cartas y pasándolo bien. Hablando únicamente de mi perspectiva, yo luego me quedaría en mi cama, pensando en cómo esta cultura era tan diferente que la que yo crecí. Aún cuando este era el caso, hay tantas cosas que a pesar de ser diferentes, me han hecho sentir como si estuviera en mi propia casa.
En su totalidad, creo que mi experiencia aquí en Bosnia estuvo lleno de sorpresas agradables. Las ideas falsas que anteriormente tenía en mi mente, en relación con este país, son ahora inexistente. En su lugar, hay recuerdos de una ciudad malinterpretada, lleno de buenas personas.